El evento denominado «La Conspiración de los Tres Antonios»,
fue descubierto el 1 de enero de 1781, durante la
administración del Gobernador Ambrosio de Benavides Medina.
Corresponde a un hecho histórico muy poco conocido por los
chilenos, pero que fue muy importante para el proceso de
emancipación nacional.
Cabe señalar que se le llamó así, porque en él participaron
tres personajes de nombre Antonio: el chileno José Antonio de
Rojas Untuguren, y los franceses Antonio Gramusset y
Alejandro Antonio Berney, los cuales se juntaban secretamente
a intercambiar sus ideas y opiniones liberales durante la
época colonial.
Así los tres, y después de diversas conversaciones, llegaron
a redactar un «Manifiesto» en el que se ilustraba las
excelencias del régimen republicano. En este manifiesto se
proponía la abolición de la esclavitud y la pena de muerte,
la igualdad de entre las clases sociales, y el reparto
equitativo de la tierra, es decir, en lotes iguales.
Pero la diferencia y particularidad del sistema republicano
planteado por los «tres Antonios», era la instauración de un
cuerpo colegiado, con el título de «El Soberano Senado de la
muy Noble, muy Fuerte y muy Católica República Chilena», el
cual estaba compuesto por miembros elegidos desde todo el
país.
Además, este Senado, sería el órgano principal de gobierno en
el país. Aún cuando estos tres patriotas fueron enormemente
influenciados por los pensamientos liberales, mantuvieron la
cultura y valores católicos, los cuales eran tradicionales en
la sociedad colonial chilena.
Pero estos intelectuales, revolucionarios de la época, fueron
delatados, y las autoridades españolas apresaron a los dos
franceses y los desterraron al Perú. Mientras que a Rojas,
quien tenía influencias en la sociedad santiaguina, lo
dejaron en libertad.
Cabe señalar que, Rojas nació en la ciudad de Santiago en
1732. Posteriormente, a los 27 años de edad, en 1759 fue
Capitán de Caballería y luego Corregidor de la provincia de
Lampa en Perú y Teniente del Regimiento de la Nobleza en
1771.
Luego, viajó a Europa, donde tuvo ocasión de observar en
España los progresos que había traído la liberación impuesta
por el rey Carlos III. Regresó a Chile en 1775, cuando tenía
43 años de edad, trayendo, previa autorización de la Corona,
varios libros de autores ilustrados franceses, entre ellos La
Enciclopedia, que contribuyeron a su acercamiento hacia las
ideas liberales.
Todo esto contribuyó a que se convirtiera, junto con Manuel
de Salas Corbalán, en uno de los pocos eruditos de la época y
representante de la ilustración. En ese tiempo tuvo su
acercamiento con los franceses Berney y Gramusset, época en
que redactaron su «Manifiesto Republicano».
Posteriormente, el 25 de mayo de 1810, cuando de Rojas tenía
78 años de edad, durante el gobierno de Francisco García
Carrasco, fue detenido y trasladado a Perú junto a Juan
Antonio Ovalle y Bernardo de Vera, debido a la denuncia sobre
una conjura independentista que los tres estarían
planificando. Sin embargo, los tres regresaron a Chile ese
mismo año.
Pero cuando vino la época de La Reconquista en 1814, el
Gobernador Mariano Osorio, lo incluyó entre los patriotas que
fueron deportados a la isla de Juan Fernández. A causa de su
delicado estado de salud, se le trasladó a Valparaíso en
1816, donde falleció a los pocos días, cuando Rojas tenía 84
años de edad.
En cuanto a Berney se había radicado en Chile alrededor de
1776, desempeñándose como profesor de latín en el Colegio
Carolino. Tras los hechos en que se vio implicado, se le
remitió a Lima y en 1784 fue enviado a España en el navío San
Pedro Alcántara, que naufragó en las costas de Portugal,
donde Berney pereció ahogado.
Por su parte, Gramusset había llegado a Chile en 1764, y ese
mismo año se enroló como cadete en una compañía militar
formada en Santiago por los extranjeros residentes en la
ciudad. Luego arrendó una hacienda que era propiedad del
convento de La Merced. Al igual que su compatriota fue
encarcelado en Lima, desde donde fue enviado a España en la
misma embarcación, y también murió ahogado.
FIN/EMA/RCM